Noticia Al Día reseñó que, el pasado domingo 31 de enero, Lianyeli Colina Escobar salió temprano para ver a su pareja en el Complejo Penitenciario del estado Carabobo. Se enfiló afuera del Penal para esperar el ingreso de la visita hasta que, finalmente, le dieron acceso casi a mediodía sin pensar que se acercaba a la muerte.
Reseñó El Carabobeño que, poco después de entrar como visita, Lianyei habría ido a encontrarse con otro amigo, también preso, y eso habría molestado a su pareja. En un arranque de celos, el sujeto degolló a la joven de apenas 23 años. Luego le dio un disparo en la cabeza.
Lianyeli era una muchacha rumbera. Nunca decía donde estaba o a donde iba. Incluso, su familia no sabía que frecuentaba el Penal de Tocuyito. “Ella siempre salía y no decía a dónde. Solo me decía: «cuídame a los niños ya vengo». Pero no tenía idea de lo que hacía ni me decía dónde vivía”, cuenta la madre con dolor minutos después de reconocer el cadáver de su hija en la morgue de Valencia.
En el Penal todo estaba revolucionado por el asesinato de la joven porque, según la ley impuesta en el mundo carcelario “la visita se respeta”.
La joven era de Morón, pero vivía con su suegra en Valencia. Tenía un mes y una semana de embarazo. Su mamá cree que el padre del bebé que venía en camino sería el homicida.
“En estos días me llamó para decirme que se sentía triste. Que estaba embarazada y que tenía amenaza de aborto. Me dijo que estaría de reposo. No entiendo qué hacía en el penal”, recuerda la madre, aún en llanto.
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