Pasos de travestí CRÓNICA travestís DE COLOMBIA

Ángel Gómez Giraldohttp://www.eldiario.com.co/seccion/CR%C3%93NICA/pasos-de-travesti1506.html
El Diario del Otún

Si las decenas de homosexuales y travestis que fueron retenidos para luego ser asesinados con un tiro de gracia y abandonados sus cadáveres en ese sitio que con solo escuchar  su nombre causaba terror, “El basurero”, al finalizar la década de los años 70 y comienzos de los 80 del siglo pasado, hubieran sabido que salir a la calle con exceso de  maquillaje, minifalda e ir caminando sobre zapatos de tacones altos, sacando pechos y cola para hacerse notar de los hombres de verdad, se hubieran quedado en el hogar como auxiliares de ama de casa esperando que en algún momento el zumbido del fuego de la estufa fuera el anuncio de la visita de un amigo.

No. No sabían de lo “boleta” y de lo que es capaz la homofobia en varones que presumiendo heterosexualidad sostenían a pie juntillas que no se volteaban ni en la cama.

Fueron los rostros y labios pintarrajeados de jóvenes que nacieron varones pero que a mitad del camino se dieron cuenta que su guión para entrar en escena no tenía nada que ver con lo que les puso la biología.
Los mismos fueron víctimas de la mal llamada limpieza social y de siniestras organizaciones como La Mano Negra, experta en retorcer pescuezos gays.

Las balas no matan
Mas como las balas no matan la identidad sexual de las personas, la homofobia no pudo acabar ni disparando contra los travestis.

Aunque a decir verdad, ¡pobrecitos! Se agazapaban detrás de las esquinas, en los zaguanes de hoteles de mal aspecto y en los portones de antiguas residencias, siempre abiertos a la más mínima sospecha del paso de la asquerosa parca. 
Esta persecución tampoco impidió que se presentara el raro fenómeno que hoy en día  es marco dorado de la diversidad sexual: mujeres con esposo travesti y hombres casados con hombre de maquinaria femenina.

Se supo por estas mismas épocas, que una muchacha del barrio Kennedy enamorada de un travesti, del mismo sector, tuvo la valentía de  hacerlo su esposo en una boda legal. 
Se llegó a rumorar que la mujer justificaba la nada convencional unión matrimonial diciendo que mientras el no se cortara el pito, ella atendería a todas sus señales de tránsito sin importarle que en la noche fuese otra mujer.

Y como que resulta importante para el transexual conservar el pito porque al travesti del episodio le funcionó tan a satisfacción de la esposa que tuvieron 2 hijos.
¿De qué papayo caen los hombres que van a la cama hasta con una falda con palo? Hombres de los que otros sostienen que no tocan primero o tocan y luego se hacen los locos para continuar buscando el punto “G”.

Dizque caen del papayo de la hipersexualidad. Del mismo que caen los galanes, gigolós: hombres que se prostituyen para mujeres adineradas. 
Estos suelen buscarlas entra las separadas, las viudas y las quedadas que manejan tarjetas de crédito.

Alerta
A finales del año pasado, según noticias aparecidas en este mismo diario con el crédito del periodista Víctor Quinchía, la opinión pública fue enterada de 3 homicidios y 6 agresiones de transexuales en Pereira y Dosquebradas por lo que  las autoridades, entidades y fundaciones que defienden los derechos de la comunidad LGTB, dieron señales de alerta.

Lo dicho motivó a los gobiernos locales de estas dos municipalidades a utilizar mecanismos de protección y a desarrollar programas sociales a favor del mismo colectivo. Además de promover la aceptación de la diversidad sexual en centros educativos y en la población en general.
Las políticas de diversidad de género de la alcaldía de Pereira concertadas con Prisma, igualmente fueron dirigidas al respeto por los trans y en especial para los que ejercen la prostitución en algunos sectores del centro de la ciudad.

La recomendación de las autoridades  es no sobre etiquetarlos  para que no sean relacionarlos con los delincuentes.
Los pasos de los travestis del centro de Pereira suenan y están marcados en ciertos lugares porque son pasos dados por pies con zapatos de tacones altos. 
Sitios y lugares con buen tráfico automotor y hombres a la vista envueltos en pantalones de bragueta larga.

Hacen presencia, por lo regular, en la esquina de la calle 14 y en la 26 entre cras. 7a. y 8a. 
Ahora, ¿cómo ven su comportamiento las personas quienes residen o tienen sus comercios en estos entornos o a lo largo de la calle 14? 
Respondió un ciudadano de 40 años de edad quien se identificó con el nombre de Jorge y es la voz que invita a comprar zapatos tenis en el almacén Dahiana.

“Son buenas muchachas. Miran y no tocan. Su comportamiento no es delincuencial”.
Por aquí no falta la policía y entonces me acerco al primer patrullero que veo y “créame que ahora son de buenas maneras. Antes protagonizaban riñas con cuchillo”, aclara.
El abuelo que vive y ve todo lo que pasa a su alrededor porque jura que no sufre de cataratas en los ojos: “A veces hay enfrentamientos entre ellos pero no pasan de los arañazos. Para las demás personas no representan peligro”.

Para Hernando Henao pasan casi que inadvertidos: “Ni los miro porque para mí son falsa moneda”.
Juan Esteban escucha la pregunta y mete baza en el asunto utilizando un término conformista: “Normal”.
Allí alcanzó a ver al administrador de la prendería, atendiendo entre rejas con un genio que es como una roca: “Yo no critico al travesti puesto que cada persona tiene derecho a ponerse patas arriba o patas abajo con tal que no le haga mal a nadie”.

El celador tan viejo que nadie sabe para qué lo ponen ahí: “En estos tiempos nadie le saca el cuerpo a un travesti. Y concluye exclamando ¡Son tan atractivas y románticas!” 
En toda la esquina de la 14 se ven los travestis más atrevidos y audaces de la ciudad. Ellos recuestan sus traseros sobre las paredes de la Droguería Farma Otún desde horas muy tempranas del día. El administrador los ve con cierto recelo: “Es que algunas meten la mano en el bolsillo ajeno de hombres que no son los suyos”.

Para Marta, la mujer que ve la vida reflejada a lo largo de toda la calle 9, ha visto algunos toque-toques con los que ciertos travestis le sacan dinero de los bolsillos a viejos verdes. “Me da pena ver un gay delinquiendo”, vocifera.
Cerca a ella, dos auxiliares de policía, imberbes, sutiles y desarmados, se limitaron a comentar: “A los trans -se referían a los travestis- ni tocarlos porque nos salen los toros de los derechos humanos, organizaciones que promueven la no discriminación de género, y hay corrida”. 

De Dónde salen 

Los travestis salen  de hoteles baratos como el Hotel Embajador, nombre que le queda grande por lo sórdido. Voy allá.
En el portón bronceando sus cuerpos semidesnudos y engañosos, los travestis. Tres sonrisas que van exclusivamente para los hombres más jóvenes de la población masculina.
¿Y ustedes qué tal. Aún siguen siendo maltratadas, asesinadas, discriminadas?
Respuestas locas las que me suministran.

“La Vanessa” insiste que en el momento son solamente blanco de los detractores que se burlan de ellas, las que interpreta como el deseo de hombres reprimidos sexualmente. “Como si una no los conociera”, acota.
“La Valentina” habla en seguida: “A mí que me pegue un hombre pero con el tallo de su flor”. Después añade: “Hoy no se ve la agresión de tiempos pasados”.

 “La Cristina” difiere: “Si, si, si. Y se hace monosílabo: “Las muchachas de la 26 cuentan que hay policías que les dan bolillo. Las agreden físicamente”.
En un momento dado aparece ”La Pulga”, la travesti más veterana de Pereira que las lidera y se ha hecho vocera del colectivo. En estos momentos una señora cubierta las piernas y los pechos, con traje oscuro. “Nosotras somos las del día porque en la oscuridad peligramos . A las 8:00 de la noche nos encerramos”.

A todas las une el criterio que más que charlas promovidas por el colectivo LGTB y organizaciones que defienden sus derechos, necesitan ser incluidas en los programas de salud y vivienda del gobierno y tener derecho a un auxilio como el que reciben bimensualmente las personas de la tercera edad.

Al finalizar la entrevista posaron alegremente para la cámara y llenaron de besos a nuestro reportero gráfico Gabriel Linares. Asimismo anunciaron que la alcaldía de Pereira les ha donado una buena cantidad de disfraces para lucir durante el desfile del orgullo gay, el domingo 28 de este mes.  “Vamos a estar divinas”, zalamerea una de ellas mientras saca pierna y levanta la mano cual reina de belleza desfilando.
 

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