Venezolanos en el extranjero se matan por un puesto en el semáforo
Se conoció que el criollo emigró hace seis meses a Colombia y residía en Bucaramanga donde era conocido por los demás paisanos como una persona tranquila.
Carrasquero, se ganaba la vida en los semáforos de la calle 42 con 33 del sector de Cabecera. Allí vendía dulces, limpiaba vidrios, tejía sillas, entre otras actividades informales.
“Siempre llegaba alrededor de las 9 ó 10 de la mañana” manifestó un vendedor ambulante de la zona. Pero el destino le arrebato la vida justo en horas de la noche en un riña con otro vendedor oriundo de Barquisimeto.
Según reseño La Opinión Jasenque le reclamó a Juan Alberto Montero Alvarado el hecho de ocupar el semáforo donde acostumbra a ganarse la vida.
En el intercambio de palabras procedieron a agredirse con piedras y cuchillos, “El muchacho que se murió como que le atinó una pedrada al asesino”, dijo testigo del lugar.
Juan Alberto en repuesta a la agresión se le abalanzó con puñal en mano que terminó encajando en uno de los costados de la víctima.
Tras la agresión, la víctima les dijo a los presentes “me apuñaló”, mientras se desangraba. Pese a que al sitio arribaron paramédicos, nada pudieron hacer por él.
Entre tanto, el agresor emprendió la fuga, pero de cerca era perseguido por un grupo de venezolanos. La persecución quedó registrada en video.
La captura
Una vez la Policía alertada de lo ocurrido, un grupo de uniformados llegó hasta una droguería localizada en la carretera 27A con calle 40, en donde la comunidad había alcanzado y arrinconado al señalado homicida.
Las manchas de sangre en la ropa, la gorra y un brazo de Juan Alberto lo ubicaban en el lugar del crimen como el presunto atacante.
Por ello, los agentes lo capturaron y será imputado por el delito de homicidio. No obstante, el arma blanca no la localizaron.
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