Un carro le aplasta el cráneo cuando jugaba
Los padres de Samuel Rodríguez Otero (2) no podían creer lo sucedido. El dolor de Claudia Otero, madre del niño, afloraba, en las afueras de la morgue, en llanto y desesperación. Un vehículo le aplastó el cráneo al menor de sus dos hijos, en el sector Nueva Vía, parroquia Chiquinquirá del municipio Maracaibo. La familia culpaba a un desconocido, mientras que los testigos responsabilizaban al padre del pequeño.
Larry Reverol, tío de la víctima, comentó que Samuel salió, el pasado lunes a las 7.00 de la noche, con su hermana, de 10 años, hasta el frente de su casa. Al ver un carrito de juguete en el pavimento, soltó la mano de la niña y corrió a buscarlo. Un vehículo lo atropelló cuando se inclinó para recogerlo. “El conductor no se detuvo, aceleró el carro y se fue”.
Los padres presenciaron el accidente y no pudieron hacer nada, todo pasó muy rápido y ellos se encontraban muy lejos. Mervin Rodríguez, padre del niño, se acercó, levantó a Samuel del suelo y en compañía de su esposa lo trasladó al Hospital Chiquinquirá, donde llegó sin signos vitales, recordó el tío.
En la morgue forense, Carmen Polanco, abuela del bebé, evadió a los medios de comunicación, negándose a dar cualquier tipo de declaración. Algunos compañeros de trabajo de Mervin se acercaron para brindarle su apoyo, mientras él repetía desesperadamente: “Esto no puede estar pasando. Quiero ver a mi hijo. ¡Santo Dios!”.
Una vez que la familia reciba el cuerpo de Samuel, piensan enterrar sus restos en el Cementerio El Edén. “No lo vamos a velar. Estamos dolidos, es increíble que esto haya pasado”.
Acusan al papá
Los vecinos tienen otra versión sobre el deceso. Aseguran que Samuel estaba jugando cuando de pronto observó un carrito debajo de la camioneta de su papá, una Cheyenne, Chevrolet, vinotinto, doble cabina. Mervin subió al vehículo sin percatarse de que su hijo se encontraba debajo, dio en retroceso y le aplastó la cabeza.
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