Armin Meiwes, El "Caníbal de Rotemburgo"Historia de un asesino
Autor: elapocalipsisvaallegar.blogspot.com
Armin Meiwes era un chico normal en la escuela, algo retraído y
apartado de sus compañeros. En su familia vivió las sucesivas
separaciones de su madre y al final de su pubertad vivía sólo con ella,
sometido a una estricta disciplina. Estos antecedentes no son nuevos en
la historia de los criminales más famosos del mundo. En su juventud, el
caníbal presenció escenas de matanza que podrían haber influenciado su
estado psicológico. Matanzas de animales en las que él participaba para
darse después el gran banquete.
A la edad de 18 años, Armin se muda con su madre a la enorme casa que la
familia poseía a las afueras de Rotemburgo. La casa tenía 44
habitaciones y los amigos de Armin la llamaban la casa de los espíritus.
Posteriormente ingresó en el ejercito donde destacó por su disciplina.
Apoyaba a lo subalternos y se llevaba bien con ellos. Se llevaba a su
madre con las excursiones de su brigada y pasaba la noche con ella en
habitación separada. Tras su servicio en el ejército, trabajó como
técnico de ordenadores en un centro informático de Kassel. En su trabajo
también se le consideraba diligente y eficiente. Entre sus aficiones
estaban la lectura de libros de caníbales, muertes y asesinos en serie.
Además coleccionaba partes del cuerpo de muñecas que coleccionaba en un
cofre para ocultarlas de su madre.
La madre falleció en 1999 en la casa de Rotemburgo. Tras su muerte,
Armin se quedó solo en el mundo y los únicos lazos familiares y
sentimentales que mantenía desaparecieron de su vida. A partir de este
punto, Meiwes inició su carrera criminal por internet. Fotos de
crímenes, accidentes, cuerpos abiertos y otras muchas fantasías
violentas componen el archivo fotográfico de su ordenador. Foros como
"Gourmet" o "Caníbal –Café" le proporcionan la plataforma ideal para
contar y compartir sus fantasías más profundas. Comienza la nueva doble
vida de Armin como el Dr. Jekill y Mr. Hyde. El Mr. Hyde sigue siendo el
buen trabajador, buen vecino y ciudadano que busca la mujer de su vida
pero el Dr. Jekill aparece en escena por las noches con sus fantasías
caníbales.
La red de las perversiones
Así comenzaron sus primeros contactos. Primero un cocinero ofreció a
dos de sus ayudantes para ser degustados. Armin habría tenido la
oportunidad de matarlo y devorarlo. Sin embargo, ante las dudas de la
víctima, lo dejó marchar. El banquete sólo tenía sentido si la víctima
también estaba de acuerdo.
La casa
En el chat, conoció a Bernd Brandes, un ingeniero de Berlín. Bernd
se declaraba bisexual y su comportamiento sexual no era lo que se puede
llamar "normal". Violencia y tortura formaban parte de su rituales
sexuales del día a día. Se citaron primero para un fin de semana donde
pusieron a prueba sus instintos caníbales. Tras la despedida en la
estación, Brandes lo pensó mejor y llamó a Meiwes para que lo recogiese.
Quería probar otra vez.
la... ¿victima?
Tras varias horas de conversación, Brandes quiso que el Caníbal le
amputase el pene. "Córtalo de una vez", dijo la víctima. Con gran
cantidad de alcohol y medicamentos, ya no sentía dolor. Por fin Bernd
pudo cumplir su sueño, comerse sus propios genitales. Meiwes cortó el
pene en dos trozos y los puso en la sartén aderezándolos con pimienta,
sal y ajo.
la "habitación del pánico"
En cuanto a los motivos que llevaron a la víctima a ofrecerse, Armin
manifestó que no entendía el sentimiento de felicidad que Bernd
experimentaba. Meiwes asesinó posteriormente a su víctima en la mesa de
descuartizar y grabó todo en cámara de vídeo. Descuartizó el cuerpo y
conservó la carne. Después de dos días, Armin vio cumplido su deseo de
comer carne humana. Según las declaraciones a la policía, la carne
humana tiene un sabor parecido a la carne de cerdo.
El "Caníbal" había cumplido su deseo, pero esto no era suficiente.
Los meses siguientes los pasó buscando nuevas víctimas. Necesitaba carne
joven y fresca. Esta actitud fue la que condujo a la policía a
desenmascararlo. Un estudiante de Innsbruck denunció a Meiwes, que
aseguraba en los foros haber probado la carne humana. En el recuento de
respuestas, se registraron varios centenares de víctimas, dispuestas a
dejarse devorar por un canibal. La policía lo arrestó un año después del
asesinato.
la jaula
Asesinato o eutanasia
El veredicto de los psicólogos y psiquiatras muestra que Meiwes no
estaba loco cuando cometió el crimen, pero consideran que la víctima no
podía pensar racionalmente.
La fiscalía quiere juzgarlo por asesinato con motivos sexuales e
imponerle cadena perpetua. El problema es que la víctima dio su
consentimiento al asesino y la defensa usará este argumento para que se
considere como homicidio a petición, una especie de eutanasia ilegal, lo
que llevará a una sentencia de entre 6 meses y 5 años, anulando la
consideración de que fue un asesinato.
Según el profesor Arthur Kreuzer, del instituto de criminología de
la Universidad de Giessen, el caso podría marcar un hito en la historia
judicial. "Es un asesinato convenido por víctima y asesino. No creo que
pueda considerarse como el peor caso de asesinato premeditado" matizó el
profesor. El abogado de Meiwes citó como una carta favorable, que Armin
dejó libres a cuatro personas que se habían ofrecido voluntarias para
el sacrificio, por las dudas que mostraban. Su víctima dio el pleno
consentimiento antes de que Armin la matase.
El caso de Armin Meiwes conmovió a todo el mundo por su crueldad.
Sobre todo por la popularidad que le dieron los medios de comunicación.
Pero el fallo judicial se enfrenta a problemas para condenar justamente
al acusado.
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