Antes del amanecer del 26 de febrero la administración Biden ha lanzado un ataque aéreo contra la milicia pro-iraní, Kataib Hezbollah, que opera en Siria. Los ataques de EEUU contra la milicia del este de Siria han estado ocurriendo desde 2019. Este ataque es el primer uso de la fuerza de la administración Biden en lo que los medios de comunicación llaman una “respuesta limitada”. Siete bombas de 225 kg fueron lanzadas en un puesto fronterizo entre Siria e Irak. El golpe ha resultado en la muerte de al menos una persona, con varias otras heridas y la destrucción de infraestructuras de la milicia.
La justificación del ataque aéreo viene seguida de un aumento de los ataques a las fuerzas de ocupación estadounidenses y personal en Irak. El 15 de febrero, un ataque con cohetes al aeropuerto de Ebril, una base de EEUU en Irak, mató un mercenario e hirió a 6 otras personas, incluyendo un soldado estadounidense. La inteligencia iraquí le echó la culpa a la milicia de Kataib Hezbollah de este ataque, a pesar de negar cualquier conexión con el incidente y que un grupo menos conocido, las brigadas Awliya al-Dam, hayan reclamado la responsabilidad.
Este ataque aéreo es un reflejo de las contínuas políticas imperialistas de EEUU en la región. Ocurre a poco más de un año después del asesinato con drón del líder iraní Qasem Soleimani y el jefe de Kataib Hezbollah, Abu Mahdi al-Muhandis, el 3 de enero de 2020.
La elección como objetivo de Siria tiene el efecto de añadir presión a un régimen de Assad que está siendo apoyado por el imperialismo ruso y la ayuda militar de Irán y sus milicias clientes, como Hezbollah. Al mismo tiempo, pone presión en el régimen iraní de cara a las renovadas negociaciones sobre su programa nuclear, y reafirma la ocupación de Irak mientras no deposita la culpa en un gobierno iraquí que ya se decanta hacia Irán.
En las pasadas semanas, varios artículos han sido publicados felicitando el uso de la diplomacia por parte de la administración Biden y lo muy “diferente” que era del uso extensivo del ejército por parte de Trump en detrimento de la diplomacia. Newsweek escribe “El presidente Joe Biden prometió revitalizar las alianzas y poner la diplomacia de nuevo en el centro de la política exterior estadounidense, reparando el daño que él y sus aliados dicen que se hizo al liderazgo global de EEUU bajo la administración del Expresidente Trump”.
La realidad es la brutalidad ininterrumpida de EEUU en un esfuerzo por cabalgar por un puesto en la zona contra otros poderes imperialistas. Los ataques aéreos son para los EEUU un medio de diplomacia por la fuerza, y la administración Biden intenta balancear la imagen más blanda que cultivaron durante las elecciones de 2020. Mientras tanto, las bombas estadounidenses siguen cayendo alrededor del mundo, migrantes están siendo dentenidos y niños puestos en celdas, y no ha habido verdadero alivio de las crisis tanto económica como sanitaria.
Socialist Resurgence decimos ¡NO a los ataques de EEUU en Siria! ¡No a la Guerra con Irán! ¡Fuera EEUU de Oriente Medio! Que se ponga fin a las guerras y las ocupacione. Financiación para la lucha contra la pandemia, la sanidad, hogares y educación, en vez de la guerra.
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