Las constantes amenazas de muerte que Jaime David Verdugo de La Cruz (70) le había hecho a su mujer, Ana Alexandra Primera Rodríguez (39), fueron cumplidas la noche de este martes.
Afortunadamente, Ana sigue viva. Verdugo de La Cruz le quemó el rancho que tenían en el barrio El Museo. Ella se había ido a Colombia.
Alexandra Primera, hija menor de Ana, narró lo que sucedió a las afueras del rancho. Todo se quemó.
“Ese señor es un loco, había amenazado mucho a mamá, y a nosotros (hijos de Ana) nos insultaba a cada rato, incluso llegó a golpearla varias veces porque mi mamá no quería seguir con él”, narró.
El martes en la mañana, Verdugo fue a visitar a Ana y no la encontró en el rancho. Preguntó a los vecinos dónde estaba y estos le respondieron que “Ana se había ido a Colombia”.
“Empezó a llamarla al celular, a escribirle mensajes amenazantes, le exigía que apareciera”, dijo Alexandra, quien tenía el teléfono de su madre. “No contesté ni un mensaje”, aseguró.
En la noche, Verdugo regresó armado. Caminaba con la mirada fija sobre las trillas de ‘El Museo’. Llevaba un machete.

Ingresó al rancho ante la mirada de los vecinos. “Nadie se atrevió a preguntarle nada porque sabemos cómo es y no queríamos problemas”, dijeron.
Jaime roció el rancho con gasolina y con un yesquero le prendió fuego. Al salir expresó: “Vine a matarla a machetazos pero como no la encontré quemé el rancho y quien se meta a tratar de hacer algo, lleva machetazos también”.
Jaime salió de la misma manera en la que entró al tereno: caminando.
Horas después fue detenido en su casa, ubicada en la invasión El Eclipse del barrio 19 de abril, muy cerca de donde vive Ana.
Efectivos del Cuerpo de Policía Bolivariana del Estado Zulia (Cpbez) practicaron la captura. Permanece detenido en los calabozos del comando policial en Cuatricentenario. Se le incautó el machete y el yesquero.
Una fuente policial dijo que “del caso tiene conocimiento la Fiscalía. Fue presentado en tribunales”.
Trascendió por vecinos del sector que “Jaime y Ana tuvieron una relación corta que apenas duró unos tres meses, pero peleaban demasiado”.

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