Pérez, de 47 años “se había fugado de la Coordinación Policial de ese organismo el pasado 6 de abril”, informaron fuentes de la policía.
Ante la denuncia de las víctimas, la
investigación se inició para dar con el paradero de Pérez quien fue
interceptado por funcionarios la Dirección de Inteligencia y
Estrategias Preventivas (Diep) de Polirosario en la población de San
Ignacio. Allí vivía Pérez. “Lo habían visto vecinos y familiares de las niñas por lo que las comisiones investigaron en la zona y se realizaron labores de inteligencia”, comentaron funcionarios ligados al procedimiento.
Comenzó la vigilancia policial en el sector María Dolores, en la zona rural al sur de la Villa del Rosario, cerca de la carretera Machiques Maracaibo.
El domingo se dejó ver. “Huyó hacia una zona enmontada y, en la noche, intentó acercarse de nuevo a la casa. Fue cuando llegaron los funcionarios para aprehenderlo”, dijeron efectivos.
El comisario Gilberto Hidalgo , director de Polirosario informó que Pérez no se entregó a las autoridades. “Disparó con una escopeta generando un enfrentamiento”, precisó.
Los funcionarios lo llevaron al ambulatorio San Ignacio, donde ingresó sin signos vitales. De allí fue trasladado al Hospital Nuestra Señora del Rosario, en la Villa.
La escopeta, de doble cañón, fue incautada por los efectivos. “Se está averiguando el estatus en que se encuentra”, dijeron oficiales.
A Pérez Barboza lo detuvo, en diciembre, una comisión de ese mismo organismo policial.
La orden la recibieron de un tribunal que investigaba una denuncia formulada por la pareja de Pérez.
“Una de las niñas, de 11 años, —hijastra de Pérez— sufrió un dolor abdominal. Cuando la llevaron al hospital, los médicos advirtieron el abuso sexual. Ella fue quien contó a la mamá que su padrastro abusaba de ella y de su hermanita, de 8 años”, trascendió.
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