La orfandad en Caracas debido al ataque del hampa ha aumentado significativamente en los últimos cinco años.
Aunque no hay cifras oficiales de la cantidad de niños y adolescentes que quedan sin la figura de sus padres, el número promedio que se maneja de forma extraoficial es alarmante. De acuerdo con el 10% de los casos de homicidio que fueron ingresados a la morgue de Bello Monte en el primer trimestre del año, un total de 1.600 niños y adolescentes quedaron huérfanos sólo en la Gran Caracas.
En total fueron ingresados 1.334 cadáveres entre enero y marzo. De ese número, sólo el 60% corresponde a casos de homicidio de personas con edad para procrear, lo que equivale a 800 padres fallecidos.
Luis Manuel Junco Orozco, de 35 años, fue una de esas víctimas de homicidio en la capital. Lo mataron a tiros la tarde del 28 de enero en la calle Monte Sinaí del sector Las Torres de Antímano.
Le dispararon en el cuello cuando intentaron robarle el dinero que llevaba y con el que pretendía compran pan para sus ocho hijos y esposa embarazada.
Aunque la cantidad promedio de niños que dejan las personas asesinadas está entre dos y tres, Luis Manuel la triplicó.
Sus familiares siguen esperando justicia por el crimen.
El luto y una familia fracturada son consecuencia de la criminalidad que marca cada día a los hogares venezolanos.
El consultor de seguridad, comisario jubilado del Cicpc Luis Granados Huttchings, lanza una cifra aún más aterradora.
Sus cálculos reflejan el abandono por parte del Estado para reorientar la labor preventiva en materia de seguridad y evitar que sigan desplomándose familias.
Según informó, en los últimos cinco años el país ha sido considerado como uno de los más violentos del mundo, y ha dejado un registro mortal de más de 132 mil personas asesinadas, por lo que automáticamente 66.034 niños y adolescentes relucen como huérfanos de padre o madre.
La figura masculina es la más afectada. El 95% de las víctimas de homicidio son hombres, y una gran parte ha dejado hijos con dos o más mujeres.
“La violencia ha aumentado y con ella el abandono de niños y adolescentes que toman la calle como opción de vida. Aunque se han implementado operativos en barrios, los resultados han sido catastróficos, porque los funcionarios muchas veces han contribuido con el aumento de la cifra de huérfanos”, recalcó Granados.
Marcados por la violencia
Alex Vegas, de 16 años, es un reflejo de ello, pues lo mataron el 10 de marzo de este año dentro de su casa en el sector Cerro Grande de la calle 12 de Los Jardines de El Valle.
Una comisión de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) ingresó a su vivienda esa madrugada durante una Operación de Liberación Humanista del Pueblo (OLHP) y le disparó.
Sus padres y hermanos fueron sacados del lugar y no les permitieron protegerlo.
Finalmente simularon un enfrentamiento y el caso fue cerrado.
Familias como esta quedan marcadas para siempre, por lo que el comisario jubilado insiste en la necesidad de exigirle al Estado políticas de atención en materia social y psicológica.
“Más allá del saldo negativo, lo importante es trabajar en atender casos donde la violencia ha dejado huellas.
Faltan fundaciones, casas de atención que dediquen esfuerzo para ayudar a superar golpes tan dolorosos como el asesinato de un padre o de una madre que dejan hijos desprotegidos”, dijo.
Ese clamor lo tuvo José Gregorio Díaz el 18 de enero, cuando en las afueras de la morgue de Bello Monte intentaba aceptar la pérdida de su hermana.
Kelly Johana Díaz, de 32 años, fue baleada la noche del 15 de enero dentro de un autobús que circulaba por la carretera Charallave-Santa Teresa, en los Valles del Tuy.
Iba con sus dos hijos, de 5 y 10 años, cuando unos sujetos anunciaron un robo y se formó un tiroteo. Ella recibió un disparo en la cabeza y otros dos pasajeros también fueron alcanzados por las balas. Los tres fallecieron horas después.
Aunque sus hijos resultaron ilesos, no ha habido aliento para superar la pérdida de la que fueron testigos.
“A veces nos preguntamos cómo hacemos para no sufrir por este tipo de casos, para rescatar a tantos niños”, dijo el comisario Granados.
EN CIFRAS
604
Niños y adolescentes fueron los registrados como huérfanos durante el mes de enero, según cifra de ingresos de cadáveres a la morgue.
Niños y adolescentes fueron los registrados como huérfanos durante el mes de enero, según cifra de ingresos de cadáveres a la morgue.
243
Fue el número que arrojó el mes de febrero. Esa cantidad de menores, entre 2 y 17 años, quedó registrada en las estadísticas.
Fue el número que arrojó el mes de febrero. Esa cantidad de menores, entre 2 y 17 años, quedó registrada en las estadísticas.
255
Menores de edad quedaron sin la figura paterna o materna durante el mes de marzo. Además hubo 4 embarazadas registradas. Otras tres durante enero.
Menores de edad quedaron sin la figura paterna o materna durante el mes de marzo. Además hubo 4 embarazadas registradas. Otras tres durante enero.
(*)Trabajo especial elaborado por el periodista Deivis Ramírez Miranda del diario EL UNIVERSAL
0 Comentarios