ELINFORMADOR.COM.VE/Celso Pineda.- Una mujer fue
asesinada la noche de este domingo en el caserío El Limón, perteneciente
a la parroquia Hilario Luna y Luna del municipio Morán. Dos hombres le
dispararon en plena carretera, cuando la dama caminaba en dirección a su
casa en compañía de su esposo.
Húmedo era el clima que prevalecía en este rural caserío (El Limón),
situado a unos 20 minutos de la población Villanueva. Rómulo Antonio
Soto caminaba el domingo a las 8:00 de la noche por la empinada y oscura
carretera en compañía de María Pascalina Linares Colmenares (36), mujer
con quien compartió dos años en concubinato. La pareja detuvo la marcha
un momento para que ella descansara; prevalecía la molestia en uno de
los riñones debido a un cólico nefrítico que había padecido hace pocos
días.
Mientras descansaban, dos hombres salieron de los sembradíos de café,
muy común en esta zona montañosa y fría. Uno de ellos alumbró a la
pareja con la luz de una linterna y le susurró al otro “es ésta”.
Pascalina al darse cuenta que se referían a ella les preguntó quiénes
eran, pero los sujetos no respondieron, sólo le accionaron una descarga
de escopeta calibre 12 mm directo en su rostro. Quedó muerta al
instante.
Al ver esta escena, Rómulo saltó hacia un barranco y se refugió entre
los matorrales. El otro atacante le disparó varias veces con una
pistola pero ninguna bala lo alcanzó. Permaneció largo rato
refugiándose, hasta que finalmente, al sentirse fuera de peligro, subió a
la carretera y observó el cadáver de su mujer.
Sin explicación
Rómulo vestía una camisa roja de cuadros blancos, un pantalón jean color
crema y unas botas de vaquero. Todos los atuendos los cargaba llenos de
barro. Además, se le apreciaban varias pequeñas heridas en la oreja
izquierda, causadas por el roce de varios perdigones. Tenía los ojos
hinchados, porque toda la madrugada la pasó entre su casa de barro
cuidando a su hija de siete meses y vigilando el cadáver de su pareja.
No durmió nada en toda la noche.
El caficultor relata que no le encuentra razón alguna para que dos
hombres atacaran a su pareja. Aseguró que ella nunca tuvo problemas con
nadie, al menos que él lo supiera. Pascalina poseía “unas tierritas”
donde tenía sembradas unas cinco hectáreas de café y esta semana que
pasó, a pesar de la enfermedad renal que tenía, los dos trabajaron
arduamente en el s em br ad ío p or q ue ya se aproxima la cosecha de
este rubro.
Como era de noche, Rómulo no pudo observar a los responsables del
atentado, pero no descarta que sean personas de ahí mismo de El Limón.
“Ellos nos alumbraron, yo sólo pude ver dos bultos negros”, repetía el
hombre quien ahora deberá sacar adelante a dos pequeños niños.
Por su parte, Pascalina, incluyendo los dos que tuvo de Rómulo, deja
en total ocho hijos huérfanos. Los mayores estaban vigilando el cadáver
de su mamá; cabizbajos sólo pronunciaron sentirse dolidos porque nunca
imaginaron ver muerta “a su vieja”, de esa cruenta manera.
La miraban de reojo
Habitantes de El Limón y Palo Grande, caseríos próximos, decla ra ron
abier tamente que Pascalina era una mujer no muy bien vista en la zona.
Desde que era niña tenía “malas mañas” como robarse las gallinas de los
patios o incluso, los platos o cualquier utensilio de la cocina.
Esta fama la hizo convertirse en una mujer que muy pocas personas la
recibían como visitante en sus viviendas. Le tenían miedo por sus ágiles
manos para el delito.
Relata un habitante que en los últimos meses y debido a lo difícil
que está la situación en esa zona para adquirir los alimentos básicos,
Pascalina supuestamente esperaba que los propietarios de la vivienda
salieran a labrar en la tierra, para introducirse en ellas y robar
comida. No descartan que alguien se haya cansado de esta situación y
como venganza, la cazaron la noche del domingo para asesinarla.
Una comisión de la Brigada contra Homicidios del CICPC acudió al
lugar, a pesar de las fuertes precipitaciones que este lunes hubo en la
zona alta de Morán. Tras practicar la remoción del cadáver y escuchar
los testimonios de Rómulo, el único testigo, abrieron un expediente de
investigación para tratar este caso.
EN DESTAQUE
La parroquia Hilario Luna y Luna, de Morán, comprende grandes
extensiones de montañas, muy alejadas de la sociedad. Sus habitantes,
mayormente caficultores, denunciaron que en los dos últimos años esos
lugares se convirtieron en guaridas de peligrosos delincuentes que saben
que el “el Gobierno” muy poco frecuenta la zona.http://www.elinformador.com.ve/2016/10/04/sujetos-salen-de-un-matorral-y-asesinan-a-una-mujer-en-moran-lara/#.V_Z_ZSEXfHc
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