Anderson José Giménez Torres, de 21 años de edad, falleció ayer
alrededor de las 12:15 de la tarde, según reporte médico de la morgue
del Hospital Central Antonio María Pineda, a consecuencia de un paro
respiratorio.
El reo había sido arrestado desde hace un año, por
robo en transporte público y porte ilícito de arma de fuego, y se
encontraba detenido en la Comandancia de la Policía Municipal de
Iribarren, ubicada en el este de la ciudad.
El
director de la PMI, Héctor Medina, aseguró que Giménez desde hace unos
días, presentaba un cuadro de salud complicado con problemas
respiratorios y desnutrición; ya que toda su familia pertenece a otro
estado (presuntamente Carabobo) y poca gente le llevaba sus alimentos.
Medina
detalló que el reo, a su vez, era un paciente mental que sufría de
trastornos y dificultades cognitivas. “Todo eso conllevó a que a diario
lo trasladábamos en una ambulancia hacia cualquier centro asistencial
para atenderlo y que le inyectaran calmantes”.
Igualmente el
director recordó que no contaban con un presupuesto para hacerle frente a
las necesidades de alimentación y medicinas de los encarcelados, ya que
su función es custodiar a los privados de libertad mientras son
trasladados hacia un centro penitenciario. Sin embargo, por falta de
espacio, los reos permanecen largo tiempo dentro de la comandancia.
En
consecuencia, los mismos familiares deben ser quienes cubran sus
necesidades y, lamentablemente los que son oriundos de otros estados no
cuentan con las mismas oportunidades.
“Sin embargo los presos acá
todo lo comparten. Casi todos los días los familiares traen entre 15 y
20 comidas y entre todos se la reparten”, expresó Medina.
Para la
fecha hacen vida 83 privados de libertad en el calabozo (el cual apenas
mide seis metros de largo por tres de ancho). Quienes apenas se
enteraron del fallecimiento de su compañero comenzaron a gritar
¡Libertad! A viva voz.
Es importante recordar que es el segundo
reo fallecido por desnutrición en lo que va del año, en el estado Lara.
El primer caso ocurrió el 3 de octubre cuando José Luis González
Rodríguez, quien se encontraba privado de libertad en la comisaría de
Fundalara, sufrió una complicación de salud que le cobró su vida,
ocasionado por un severo cuadro de desnutrición y complicaciones con el
VIH.
Madres exigen respeto
En las afueras de la comandancia
se encontraban los familiares de los privados de libertad. Una madre
lloraba desconsolada y explicó las razones pero no quiso ser
identificada.
“Nuestros hijos ya están pagando por lo que
hicieron. Deseamos que todo el mundo conozca el maltrato que reciben de
parte de los policías, quienes a diarios los golpean como si fuera un
pasatiempo y además sabemos que ellos les quitan sus comidas y en las
requisas los dejan sin productos de aseo personal”.
La denuncia no
solo provino de una ciudadana, sino además de 20 familiares quienes
plasmaron múltiples denuncias enfocadas en el “trato inhumano” que
reciben los privados de libertad, quienes no solo combaten el hambre por
la escasez de comida, sino con hematomas permanentes, a causa de los
golpes, e incluso hasta sarna por la falta de higiene en el recinto.http://www.elimpulso.com/correos-diarios/enterate/reo-fallece-causa-hambre-deshidratacion
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