El Más Brutal Psicópata 'Asesino En Serie' De La Unión Soviética



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Dicen que hay que temerles más a los vivos que a los muertos, un dicho muy popular y famoso, que se lo dicen frecuentemente a las personas que suelen sentir un terror imprescindible hacia lo sobrenatural, los asesinos seriales son un tema muy serio y terrorífico hoy en día y que se ha venido dando desde tiempos remotos, debido a diversas mentes maestras, siniestras y enfermas que han dejado su terrorífico legado de sangre y personas inocentes muertes a través de la historia, hechos que hielan la sangre a más de uno, de los cuales Hollywood ha sacado provecho en grandes películas de terror, ya sea en personas ficticios, pero que aun así no se alejan mucho de la realidad, y también en biografías de muchos asesinos seriales. Hoy vamos a conocer un escalofriante caso ocurrido en la Antigua Union Sovietica, donde un hombre se hacía llamar una ‘bestia enfadada’, ‘El Carnicero de Rostov’, ¡No te olvides de apagar las luces!...






¿Quién fue Andréi Románovich Chikatilo?






Andrei Chikatilo mejor conocido como el ‘Carnicero de Rostov’, ‘El destripador rojo’ o ‘el destripador de Rostov’; es considerado el peor asesino en serie de toda la Unión Soviética, por sus macabros y horridos crímenes; entre los cuales se pueden resaltar asaltos sexuales, asesinatos y mutilaciones; entre los cuales sus víctimas favoritas eran mujeres y niños, este demente asesino serial estuvo suelto buscando sangre inocente en la Rusia soviética, Ucrania Soviética, y Uzbekistán Soviética.



Biografía – Vida






Nacido el 16 de octubre de 1936; en Yablochnoye, Ucrania en aquel entonces parte de la Unión Soviética, en una pequeña aldea golpeada fuertemente por la hambruna en la cual morían cientos de personas cuyos cadáveres yacían amontonados en las calles y campos, un escenario sumamente perturbador para cualquier niño. Su padre Román Chikatilo había caído como prisionero de guerra por los nazis, y, por si fuera poco, su madre Anna Chikatilo, les contaba con frecuencia a él y a su hermana menor que su hermano mayor ‘Stepan’ lo habían raptado para comérselo. Desde luego Chikatilo quedo traumado por las historias que le contaba su madre y ante los duros escenarios, aunque eso era algo muy común en esos fríos y sombríos días de la Unión Soviética.



Como es de suponerse, todas estas duras situaciones traumatizaron a Andrei, además de que en la escuela siempre era humillado a más no poder por sus otros compañeros, el solo se aguantaba y se tragaba todo ese dolor. A medida que iba creciendo se hacía más tímido con las mujeres, y si a eso le sumas que sufría de impotencia, le había costado una relación que tuvo con una chica del pueblo.






Como todo soviético, sirvió en el ejército, y luego se dedicó a los estudios donde obtuvo tres títulos; En Ingeniería, Marxismo-Leninismo, y en Lengua y Literatura Rusa. Eso lo llevo en 1971 a graduarse como maestro, por lo cual comenzó a sentir un apetito sexual voraz hacia las menores de 12 años a las que daba clases, y en las noches se colaba a los dormitorios para verlas dormir en ropa interior mientras se masturbaba. A pesar de su problema con la impotencia, pudo casarse y tener hijos; siendo un padre ejemplar, no levantando la voz ante sus hijos, trabajador, honrado, y un respetado miembro del partido comunista que leía los periódicos y se mantenía al tanto de la actualidad.



A pesar de comportarse cabalmente ante la sociedad, en la escuela donde trabajaba sus alumnos no lo respetaban, inclusive fumaban delante de el en las clases y se mofaban de él, lo que no sabían sus estudiantes, es que más tarde, se vengaría abusando sexualmente de ellos, tanto chicos como chicas, costándole su trabajo en 1974.



Crímenes





su primer asesinato


Andrei Chikatilo se hizo famoso por sus brutales asesinatos que dejaron una oscura y rojiza mancha en la historia de la Unión Soviética, su primer asesinato lo cometió el 22 de diciembre de 1978, a la edad de 42 años. El convenció a una niña de nueve años que se encontraba sola en la calle, a que se fuera con él a una cabaña que tenía a las afueras de la ciudad, Chikatilo sabía cómo hablar y lidiar con niños, había sido maestro, por lo tanto, su experiencia, le daba esa esencia de poder mentir y convencer haciendo parecer reales sus palabras. Una vez estando en su cabaña, desvistió rápida y brutalmente a la pobre niña, accidentalmente le hizo un rasguño donde broto la sangre de su víctima, lo cual provoco una desmesurada erección en él, estableciéndole un nuevo y macabro fetiche entre el sexo y la sangre. No contento con eso, saco un cuchillo y se lo ensartó en el estómago de la niña, con cada apuñalada notaba que se acercaba más al orgasmo, por lo que no ceso hasta eyacular… Dos días después del crimen, la policía encontró el cadáver de la niña en el río Grushovka; cerca de la cabaña de Andrei la cual aún contaba con evidencias de la escena del crimen, pero nada concreto para culpar a Chikatilo, por lo tanto acabaron inculpando a otro agresor sexual llamado Aleksander Kravchenco.


pérdida de su trabajo




La pérdida de su trabajo de maestro, provoco que consiguiera un nuevo empleo en una fábrica donde tenía que estar viajando constantemente, donde desde luego, era la excusa perfecta para poder matar al azar, debido a que se mantenía en constante movimiento. 
 segundo crimen

Pasaron 3 años para que cometiera su segundo crimen, el 3 de septiembre del año 1981, su víctima fue una prostituta de 17 años llamada Larisa Tkachenko, él logro convencerla para que vaya al bosque y pudieran tener relaciones sexuales ahí, una vez estando en el acto, Andrei no sentía excitación; por lo tanto, no había erección alguna, el grave error de la chica fue burlarse de su impotencia, esto lo enfureció, perdió el control, estranguló a la pobre chica, después eyaculo en su cadáver, mordisqueo su garganta salvajemente, le corto los senos y en su frenesí se comió los pezones de su víctima. Comenzó a aullar como un lobo mientras bailaba alrededor de la occisa, después le enterró un palo y paso a retirarse dejando el cuerpo en la brutal escena del crimen. Después de eso, supo que volvería a cometer otro sádico asesinato, eso lo excitaba y llenaba de placer.






Dicen que hay que temerles más a los vivos que a los muertos, un dicho muy popular y famoso, que se lo dicen frecuentemente a las personas que suelen sentir un terror imprescindible hacia lo sobrenatural, los asesinos seriales son un tema muy serio y terrorífico hoy en día y que se ha venido dando desde tiempos remotos, debido a diversas mentes maestras, siniestras y enfermas que han dejado su terrorífico legado de sangre y personas inocentes muertes a través de la historia, hechos que hielan la sangre a más de uno, de los cuales Hollywood ha sacado provecho en grandes películas de terror, ya sea en personas ficticios, pero que aun así no se alejan mucho de la realidad, y también en biografías de muchos asesinos seriales. Hoy vamos a conocer un escalofriante caso ocurrido en la Antigua Union Sovietica, donde un hombre se hacía llamar una ‘bestia enfadada’, ‘El Carnicero de Rostov’, ¡No te olvides de apagar las luces!...

¿Quién fue Andréi Románovich Chikatilo?


Andrei Chikatilo mejor conocido como el ‘Carnicero de Rostov’, ‘El destripador rojo’ o ‘el destripador de Rostov’; es considerado el peor asesino en serie de toda la Unión Soviética, por sus macabros y horridos crímenes; entre los cuales se pueden resaltar asaltos sexuales, asesinatos y mutilaciones; entre los cuales sus víctimas favoritas eran mujeres y niños, este demente asesino serial estuvo suelto buscando sangre inocente en la Rusia soviética, Ucrania Soviética, y Uzbekistán Soviética.


A pesar de comportarse cabalmente ante la sociedad, en la escuela donde trabajaba sus alumnos no lo respetaban, inclusive fumaban delante de el en las clases y se mofaban de él, lo que no sabían sus estudiantes, es que más tarde, se vengaría abusando sexualmente de ellos, tanto chicos como chicas, costándole su trabajo en 1974.

Crímenes


Andrei Chikatilo se hizo famoso por sus brutales asesinatos que dejaron una oscura y rojiza mancha en la historia de la Unión Soviética, su primer asesinato lo cometió el 22 de diciembre de 1978, a la edad de 42 años. El convenció a una niña de nueve años que se encontraba sola en la calle, a que se fuera con él a una cabaña que tenía a las afueras de la ciudad, Chikatilo sabía cómo hablar y lidiar con niños, había sido maestro, por lo tanto, su experiencia, le daba esa esencia de poder mentir y convencer haciendo parecer reales sus palabras. Una vez estando en su cabaña, desvistió rápida y brutalmente a la pobre niña, accidentalmente le hizo un rasguño donde broto la sangre de su víctima, lo cual provoco una desmesurada erección en él, estableciéndole un nuevo y macabro fetiche entre el sexo y la sangre. No contento con eso, saco un cuchillo y se lo ensartó en el estómago de la niña, con cada apuñalada notaba que se acercaba más al orgasmo, por lo que no ceso hasta eyacular… Dos días después del crimen, la policía encontró el cadáver de la niña en el río Grushovka; cerca de la cabaña de Andrei la cual aún contaba con evidencias de la escena del crimen, pero nada concreto para culpar a Chikatilo, por lo tanto acabaron inculpando a otro agresor sexual llamado Aleksander Kravchenco.

La pérdida de su trabajo de maestro, provoco que consiguiera un nuevo empleo en una fábrica donde tenía que estar viajando constantemente, donde desde luego, era la excusa perfecta para poder matar al azar, debido a que se mantenía en constante movimiento. Pasaron 3 años para que cometiera su segundo crimen, el 3 de septiembre del año 1981, su víctima fue una prostituta de 17 años llamada Larisa Tkachenko, él logro convencerla para que vaya al bosque y pudieran tener relaciones sexuales ahí, una vez estando en el acto, Andrei no sentía excitación; por lo tanto, no había erección alguna, el grave error de la chica fue burlarse de su impotencia, esto lo enfureció, perdió el control, estranguló a la pobre chica, después eyaculo en su cadáver, mordisqueo su garganta salvajemente, le corto los senos y en su frenesí se comió los pezones de su víctima. Comenzó a aullar como un lobo mientras bailaba alrededor de la occisa, después le enterró un palo y paso a retirarse dejando el cuerpo en la brutal escena del crimen. Después de eso, supo que volvería a cometer otro sádico asesinato, eso lo excitaba y llenaba de placer.

Su tercera víctima fue Lyuba Biryuk, la cual rapto de un pueblo llevándola al bosque, para posteriormente apuñalarla 40 veces seguidas, ¿sabes cuál era su firma? Arrancarles los ojos, a partir de Lyuba comenzó a volverse común en sus asesinatos, y se volvió la macabra y brutal firma de Chikatilo.

su primera víctima masculina


Ese mismo año asesino a otras tres personas, entre las cuales su primera víctima masculina, Oleg Podzhiváev; de tan solo 9 años de edad, el cuerpo del pequeño niño jamas se encontró, pero Chikatilo confeso haber sido el responsable y que le había arrancado los genitales. La prensa estaba que ardía por la escalofriante noticia de un asesino en serie, debido a que el modus operandi siempre era el mismo, como había mencionado anteriormente, la firma de Chikatilo, era arrancarle los ojos a su víctima, además de eso, siempre era en los bosques, con un extremo sadismo y violencia, que resultaba evidente en los cadáveres. Lo más escalofriante sin duda de todo este infierno, es que las victimas siempre eran niños, niñas y jóvenes, los cuales habían escapado de casa, eran retrasados mentales o se encontraban solos en algún lugar, esto resultaba más fácil para Andrei de convencerlos y llevarlos a su macabra muerte prematura.

más de 15 personas

Pareciera que la ola de asesinatos nunca iba a terminar, para el año de 1984 el número de víctimas, iba en ascenso, llegando a más de 15 personas, él los elegía entre la multitud de personas en estaciones ferroviarias o paradas de autobuses, y con algún pretexto; los convencía para llevarlos en alguna zona boscosa. Una vez ahí, comenzaba el infierno y la tortura para la inocente persona, presa de un voraz asesino, lleno de excitación y sin miedo a detenerse. 



Mientras los violaba, se enfurecía tanto por llegar al orgasmo que les machacaba la cara a golpes, todas sus víctimas sufrían con la misma firma de Chikatilo, a las chicas jóvenes les mutilaba los pechos o los pezones, ya sea con sus afilados cuchillos o con sus dientes. Además de eso, el útero era extirpado con tal precisión que todos los cirujanos de la provincia de Rostov pasaron a ser sospechosos. A los varones les mutilaba varias partes del cuerpo a mordiscos, lo más nauseabundo de todo esto era que les cortaba los testículos y los guardaba como un trofeo.

 Además, practicaba actos de canibalismo. En sus declaraciones confesaría que le gustaba tragarse las partes del cuerpo más blandas.


Captura y Confesión



El Instituto Serbsky (Serbsky Center) de Moscú diseñó el perfil de un hombre ostensiblemente normal, probablemente casado, con un trabajo regular. Por el semen hallado en los cuerpos de sus víctimas, se supo que su sangre era del grupo AB. 

 Lo detuvieron1984

El 14 de septiembre de 1984, detuvieron a Chikatilo en el mercado de Rostov, pues en líneas generales encajaba con la descripción del asesino, pero no pudieron demostrar nada más.

Chikatilo parecía un hombre respetable, y tras hacerle un análisis de sangre, ésta resultó ser de grupo A. Enseguida fue puesto en libertad sin cargos. Para esas alturas, los archivos de la policía contenían datos de unos 26.500 sospechosos. Cuando apareció el cadáver número treinta, los periódicos empezaron a dar noticias del posible asesino en serie, quienes todos creían un retrasado mental, a pesar que la policía no estaba de acuerdo.


Posteriormente Chikatilo fue acusado de haber robado un rollo de linóleo de su oficina. Siete meses después, con ese caso aún pendiente, fue arrestado por comportamiento impropio en la estación de autobuses de Rostov y fue sentenciado a 15 días en prisión. 

La policía creía que él era el asesino, así que compararon la sangre de Chikatilo con el semen encontrado en los cuerpos de las víctimas e inexplicablemente no era el mismo tipo de sangre. Fue sentenciado a un año en cárcel por el robo del linóleo, pero el juez simpatizó con él y lo liberó antes. El 17 de octubre de 1990 volvió a matar en un bosque cercano a la estación de Donlesjoz.

Este crimen absorbió a toda la policía local y a una fuerza antidisturbios de 100 hombres. Pero dos semanas después, Chikatilo volvió a actuar, y esta vez fueron unos 600 detectives los encargados de investigar a lo largo de la línea de los bosques, en dónde montaban guardia tres o cuatro oficiales en los apeaderos más aislados.

El 6 de noviembre de 1990, uno de estos detectives, un sargento llamado Ígor Rybakov, vio surgir del bosque un hombre con traje y corbata. Mientras observaba cómo éste se lavaba las manos en la fuente advirtió que tenía un dedo vendado y una mejilla manchada de sangre. Rybakov le pidió la documentación, no tenía motivos suficientes para arrestar a Chikatilo, sin embargo, dejó constancia del incidente. Al día siguiente, se encontró el cadáver de una chica en esa misma zona.

El homicida tenía que haber pasado por la estación, y el culpable no podía ser otro que el sospechoso del informe de Rybakov. Lo arrestaron el 20 de noviembre, sospechoso de haber asesinado a 36 víctimas, todos ellos mujeres y niños. Su esperma, aunque no su sangre, sí era AB.

El fiscal general de la provincia de Rostov emitiría una orden de detención contra Chikatilo, efectiva a partir del 20 de noviembre de 1990. Ese mismo día fue retenido por la KGB, mientras éste con paso lento y senil decía "¿Cómo pueden hacerle esto a una persona de mi edad?". En los interrogatorios, afirmó que simplemente era un ciudadano normal, que no había cometido ningún tipo de delito, y que era objeto de una persecución absurda por parte de la policía. De destacar que Andréi Chikatilo llevó a los detectives de la policía de Rostov al lugar donde yacían 3 cadáveres que aún no se habían descubierto. Tanto la detención de Chikatilo, como la macabra búsqueda de los restantes cadáveres fueron filmadas.

se declaró culpable de los asesinatos 

El 27 de noviembre prometió que estaba dispuesto a aportar pruebas de sus crímenes si no continuaban atosigándolo con los interrogatorios que le recordaban los detalles, y dos días después se derrumbó ante un psiquiatra a quién acabó confesando 52 asesinatos. Posteriormente, guió a los investigadores a los distintos lugares con la esperanza de que el número de muertes lo convirtiera en un "espécimen de estudio científico".



Escribió una declaración firmada para el Fiscal General, que decía:

Me detuvieron el 20 de noviembre de 1990 y he permanecido bajo custodia desde entonces. Quiero exponer mis sentimientos con sinceridad. Me hallo en un estado de profunda depresión, y reconozco que tengo impulsos sexuales perturbados, por eso he cometido ciertos actos. Anteriormente busqué ayuda psiquiátrica por mis dolores de cabeza, por la pérdida de memoria, el insomnio y los trastornos sexuales. Pero los tratamientos que me aplicaron o que yo puse en práctica no dieron resultados.
Tengo esposa y dos hijos y sufro una debilidad sexual, impotencia. La gente se reía de mí porque no podía recordar nada. No me daba cuenta que me tocaba los genitales a menudo, y sólo me lo dijeron más tarde. Me siento humillado. La gente se burla de mí en el trabajo y en otras situaciones. Me he sentido degradado desde la infancia, y siempre he sufrido. En mi época escolar estaba hinchado a causa del hambre e iba vestido con harapos. Todo el mundo se metía conmigo. En la escuela estudiaba con tanta intensidad que a veces perdía la consciencia y me desmayaba. Soy un graduado universitario. Quería demostrar mi valía en el trabajo y me entregué a él por completo. La gente me valoraba pero se aprovechaba de mi carácter débil. Ahora que soy mayor, el aspecto sexual no tiene tanta importancia para mí, mis problemas son todos mentales.
En los actos sexuales perversos experimentaba una especie de furor, una sensación de desenfreno. No podía controlar mis actos. Desde la niñez me he sentido insuficiente como hombre y como persona. Lo que hice no fue por el placer sexual, sino porque me proporcionaba cierta paz de mente y de alma durante largos periodos. Sobre todo después de contemplar todo tipo de películas sexuales. Lo que hice, lo hice después de mirar los vídeos de actos sexuales perversos, crueldades y horrores.

Lo que la policía dedujo de esta declaración, es que el asesino trataba de buscarse una posible salida alegando una enfermedad mental, una obsesión de tratamiento psiquiátrico.

Los psiquiatras del Instituto Serbsky, no obstante, lo veían como un sádico prudente que no sufría ningún trastorno que pudiera impedirle ver que sus actos estaban mal, que eran actos premeditados. Por esa razón, en octubre de 1991 se dieron a conocer sus conclusiones, diagnosticando que el asesino estaba «legalmente cuerdo». El juicio de Andréi Chikatilo se inició en abril de 1992 y duraría hasta octubre de ese mismo año. 


Éste, con la cabeza rasurada, presenció su juicio desde un cubículo de metal para mantenerlo a salvo de la multitud enfurecida. El primer día deleitó a los fotógrafos esgrimiendo una revista porno, pero más tarde, abatido, se quitó la ropa y meneó su pene gritando:

Fijense que inutilidad. ¿Qué piensan que iba a hacer con esto?

Los jueces no dudaron en anunciar el veredicto que habían nominado: el 15 de octubre de 1992 fue sentenciado a la Pena de Muerte, y ejecutado de un tiro en la nuca en la prisión de Rostov del Don el 14 de febrero de 1994.



Los asesinatos de Andrei Chikatilo fueron una oscura y horrida mancha de sangre en la historia de la Unión Soviética, un asesino serial sin escrúpulos, buscando el placer sexual a toda costa, sus crímenes han sido de los más crueles, ruines, macabros y sádicos de la historia, el infierno se encuentra presente aquí en la tierra, y esto es una prueba de ello.


mió los pezones de su víctima. Comenzó a aullar como un lobo mientras bailaba alrededor de la occisa, después le enterró un palo y paso a retirarse dejando el cuerpo en la brutal escena del crimen. Después de eso, supo que volvería a cometer otro sádico asesinato, eso lo excitaba y llenaba de placer.

Su tercera víctima fue Lyuba Biryuk, la cual rapto de un pueblo llevándola al bosque, para posteriormente apuñalarla 40 veces seguidas, ¿sabes cuál era su firma? Arrancarles los ojos, a partir de Lyuba comenzó a volverse común en sus asesinatos, y se volvió la macabra y brutal firma de Chikatilo.

Ese mismo año asesino a otras tres personas, entre las cuales su primera víctima masculina, Oleg Podzhiváev; de tan solo 9 años de edad, el cuerpo del pequeño niño jamas se encontró, pero Chikatilo confeso haber sido el responsable y que le había arrancado los genitales. La prensa estaba que ardía por la escalofriante noticia de un asesino en serie, debido a que el modus operandi siempre era el mismo, como había mencionado anteriormente, la firma de Chikatilo, era arrancarle los ojos a su víctima, además de eso, siempre era en los bosques, con un extremo sadismo y violencia, que resultaba evidente en los cadáveres. Lo más escalofriante sin duda de todo este infierno, es que las victimas siempre eran niños, niñas y jóvenes, los cuales habían escapado de casa, eran retrasados mentales o se encontraban solos en algún lugar, esto resultaba más fácil para Andrei de convencerlos y llevarlos a su macabra muerte prematura.

Pareciera que la ola de asesinatos nunca iba a terminar, para el año de 1984 el número de víctimas, iba en ascenso, llegando a más de 15 personas, él los elegía entre la multitud de personas en estaciones ferroviarias o paradas de autobuses, y con algún pretexto; los convencía para llevarlos en alguna zona boscosa. Una vez ahí, comenzaba el infierno y la tortura para la inocente persona, presa de un voraz asesino, lleno de excitación y sin miedo a detenerse. Mientras los violaba, se enfurecía tanto por llegar al orgasmo que les machacaba la cara a golpes, todas sus víctimas sufrían con la misma firma de Chikatilo, a las chicas jóvenes les mutilaba los pechos o los pezones, ya sea con sus afilados cuchillos o con sus dientes. Además de eso, el útero era extirpado con tal precisión que todos los cirujanos de la provincia de Rostov pasaron a ser sospechosos. 



A los varones les mutilaba varias partes del cuerpo a mordiscos, lo más nauseabundo de todo esto era que les cortaba los testículos y los guardaba como un trofeo. Además, practicaba actos de canibalismo. En sus declaraciones confesaría que le gustaba tragarse las partes del cuerpo más blandas.
El Instituto Serbsky (Serbsky Center) de Moscú diseñó el perfil de un hombre ostensiblemente normal, probablemente casado, con un trabajo regular. Por el semen hallado en los cuerpos de sus víctimas, se supo que su sangre era del grupo AB. El 14 de septiembre de 1984, detuvieron a Chikatilo en el mercado de Rostov, pues en líneas generales encajaba con la descripción del asesino, pero no pudieron demostrar nada más.

Chikatilo parecía un hombre respetable, y tras hacerle un análisis de sangre, ésta resultó ser de grupo A. Enseguida fue puesto en libertad sin cargos. Para esas alturas, los archivos de la policía contenían datos de unos 26.500 sospechosos. Cuando apareció el cadáver número treinta, los periódicos empezaron a dar noticias del posible asesino en serie, quienes todos creían un retrasado mental, a pesar que la policía no estaba de acuerdo.
Posteriormente Chikatilo fue acusado de haber robado un rollo de linóleo de su oficina. Siete meses después, con ese caso aún pendiente, fue arrestado por comportamiento impropio en la estación de autobuses de Rostov y fue sentenciado a 15 días en prisión. La policía creía que él era el asesino, así que compararon la sangre de Chikatilo con el semen encontrado en los cuerpos de las víctimas e inexplicablemente no era el mismo tipo de sangre. Fue sentenciado a un año en cárcel por el robo del linóleo, pero el juez simpatizó con él y lo liberó antes. El 17 de octubre de 1990 volvió a matar en un bosque cercano a la estación de Donlesjoz.

Este crimen absorbió a toda la policía local y a una fuerza antidisturbios de 100 hombres. Pero dos semanas después, Chikatilo volvió a actuar, y esta vez fueron unos 600 detectives los encargados de investigar a lo largo de la línea de los bosques, en dónde montaban guardia tres o cuatro oficiales en los apeaderos más aislados.

El 6 de noviembre de 1990, uno de estos detectives, un sargento llamado Ígor Rybakov, vio surgir del bosque un hombre con traje y corbata. Mientras observaba cómo éste se lavaba las manos en la fuente advirtió que tenía un dedo vendado y una mejilla manchada de sangre. Rybakov le pidió la documentación, no tenía motivos suficientes para arrestar a Chikatilo, sin embargo, dejó constancia del incidente. Al día siguiente, se encontró el cadáver de una chica en esa misma zona.

El homicida tenía que haber pasado por la estación, y el culpable no podía ser otro que el sospechoso del informe de Rybakov. Lo arrestaron el 20 de noviembre, sospechoso de haber asesinado a 36 víctimas, todos ellos mujeres y niños. Su esperma, aunque no su sangre, sí era AB.

El fiscal general de la provincia de Rostov emitiría una orden de detención contra Chikatilo, efectiva a partir del 20 de noviembre de 1990. Ese mismo día fue retenido por la KGB, mientras éste con paso lento y senil decía "¿Cómo pueden hacerle esto a una persona de mi edad?". En los interrogatorios, afirmó que simplemente era un ciudadano normal, que no había cometido ningún tipo de delito, y que era objeto de una persecución absurda por parte de la policía. De destacar que Andréi Chikatilo llevó a los detectives de la policía de Rostov al lugar donde yacían 3 cadáveres que aún no se habían descubierto. Tanto la detención de Chikatilo, como la macabra búsqueda de los restantes cadáveres fueron filmadas.

El 27 de noviembre prometió que estaba dispuesto a aportar pruebas de sus crímenes si no continuaban atosigándolo con los interrogatorios que le recordaban los detalles, y dos días después se derrumbó ante un psiquiatra a quién acabó confesando 52 asesinatos. Posteriormente, guió a los investigadores a los distintos lugares con la esperanza de que el número de muertes lo convirtiera en un "espécimen de estudio científico"
Escribió una declaración firmada para el Fiscal General, que decía:

Me detuvieron el 20 de noviembre de 1990 y he permanecido bajo custodia desde entonces. Quiero exponer mis sentimientos con sinceridad. Me hallo en un estado de profunda depresión, y reconozco que tengo impulsos sexuales perturbados, por eso he cometido ciertos actos. Anteriormente busqué ayuda psiquiátrica por mis dolores de cabeza, por la pérdida de memoria, el insomnio y los trastornos sexuales. Pero los tratamientos que me aplicaron o que yo puse en práctica no dieron resultados.
Tengo esposa y dos hijos y sufro una debilidad sexual, impotencia. La gente se reía de mí porque no podía recordar nada. No me daba cuenta que me tocaba los genitales a menudo, y sólo me lo dijeron más tarde. Me siento humillado. La gente se burla de mí en el trabajo y en otras situaciones. Me he sentido degradado desde la infancia, y siempre he sufrido. En mi época escolar estaba hinchado a causa del hambre e iba vestido con harapos. Todo el mundo se metía conmigo. En la escuela estudiaba con tanta intensidad que a veces perdía la consciencia y me desmayaba. Soy un graduado universitario. Quería demostrar mi valía en el trabajo y me entregué a él por completo. La gente me valoraba pero se aprovechaba de mi carácter débil. Ahora que soy mayor, el aspecto sexual no tiene tanta importancia para mí, mis problemas son todos mentales.
En los actos sexuales perversos experimentaba una especie de furor, una sensación de desenfreno. No podía controlar mis actos. Desde la niñez me he sentido insuficiente como hombre y como persona. Lo que hice no fue por el placer sexual, sino porque me proporcionaba cierta paz de mente y de alma durante largos periodos. Sobre todo después de contemplar todo tipo de películas sexuales. Lo que hice, lo hice después de mirar los vídeos de actos sexuales perversos, crueldades y horrores.
los policias no se comieron el cuento...  esa carta era pura charla  
Lo que la policía dedujo de esta declaración, es que el asesino trataba de buscarse una posible salida alegando una enfermedad mental, una obsesión de tratamiento psiquiátrico.

Los psiquiatras del Instituto Serbsky, no obstante, lo veían como un sádico prudente que no sufría ningún trastorno que pudiera impedirle ver que sus actos estaban mal, que eran actos premeditados. Por esa razón, en octubre de 1991 se dieron a conocer sus conclusiones, diagnosticando que el asesino estaba «legalmente cuerdo». El juicio de Andréi Chikatilo se inició en abril de 1992 y duraría hasta octubre de ese mismo año. Éste, con la cabeza rasurada, presenció su juicio desde un cubículo de metal para mantenerlo a salvo de la multitud enfurecida. El primer día deleitó a los fotógrafos esgrimiendo una revista porno, pero más tarde, abatido, se quitó la ropa y meneó su pene gritando:

Fijense que inutilidad. ¿Qué piensan que iba a hacer con esto?
 sentenciado  a muerte
Los jueces no dudaron en anunciar el veredicto que habían nominado: el 15 de octubre de 1992 fue sentenciado a la Pena de Muerte, y ejecutado de un tiro en la nuca en la prisión de Rostov del Don el 14 de febrero de 1994.
Los asesinatos de Andrei Chikatilo fueron una oscura y horrida mancha de sangre en la historia de la Unión Soviética, un asesino serial sin escrúpulos, buscando el placer sexual a toda costa, sus crímenes han sido de los más crueles, ruines, macabros y sádicos de la historia, el infierno se encuentra presente aquí en la tierra, y esto es una prueba de ello.



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