Continúa el drama de migrantes venezolanos y el éxodo por
DIC, 07, 2018 |
TULCÁN
El arribo de ciudadanos venezolanos hasta el Puente Internacional de Rumichaca se da todos los días. Hay temporadas, en la que los exteriores del Centro Binacional de Fronteras, registra extensas filas. Ayer, después de las 10:00, más de 200 extranjeros permanecían en las carpas instaladas junto a las oficinas migratorias y en la plazoleta junto a la Casa de Aduanas. Todos esperan legalizar sus documentos para continuar hacia el interior del país.
Estas personas reciben atención odontológica y médica. Para luego dirigirse a las zonas WiFI, desde donde se comunican con sus familiares. En el lugar también hay teléfonos móviles.
Un funcionario de Migración que pide mantenerse en reserva, estima que entre 2.000 y 2.500 viajeros por día buscan legalizar la Tarjeta Andina, única condición para internarse en Quito, Guayaquil y Huaquillas.
Las vallas metálicas que deben superar los viajantes para ingresar a las dependencias migratorias permanecen aún en el lugar. Fueron colocadas hace tres meses cuando el techo correspondió a los 5.500 migrantes.
Oros regresan
Mientras tanto, los otros fenómenos que se registran es el retorno diario de entre 200 y 350 venezolanos hacia su país de origen. Según comentan, regresan porque quieren pasar Navidad y Año Nuevo con sus familiares y van a traer a sus hijos o padres.
Jaime Rodríguez, oriundo de Maracaibo con un rostro alegre dice que no hay trabajo en el Perú. “Intenté también en Ecuador, pero la situación es difícil”.
En el lado colombiano la aglomeración es mayor. Denuncian que la atención es lenta y que llevan varios minutos, incluso horas sin poder cumplir con la legalización de sus documentos para continuar hacia el Ecuador.
Se estima que han ingresado más de 800 mil ciudadanos venezolanos hasta la fecha por el viaducto binacional, algunos utilizando los más de 65 pasos no reconocidos entre los dos países, en la frontera Nariño – Carchi.
Drama
Jairo González, quien nació en el Estado de Zulia en Venezuela, cuenta que desde que salen obligados de su país, la tristeza y el encono los embarga, emociones que se acentúan cuando cruzan el ducto binacional colombo-ecuatoriano.
“Nos vemos forzados a salir y a sufrir incluso cierta xenofobia porque en nuestro país resulta difícil sobrevivir”, indica este zuliano, que pese a contar con dos títulos profesionales, dice estar dispuesto a trabajar y reunir unos cuantos dólares en Quito, aunque sea trabajando de mesero para luego dirigirse a Chile.
Cómo él, muchos de sus coterráneos realizan travesías de entre 15 y 20 días para superar las fronteras de Colombia y Ecuador cargados de maletas, a píe unos tramos y ‘halando dedo’, como se conoce en el país.
Transitan como errantes por las carreteras colombianas y ecuatorianas. No importa si son mujeres, infantes o sí utilizan muletas o con muchos años a cuestas, el objetivo es ir donde puedan acceder a un trabajo y salario digno.
Ecuador se ha convertido, como explica Jorge Revelo, oriundo de Caracas, en una opción temporal laboral, debido a que aquí se paga en dólares y una vez que tienen una cantidad considerable la invierten en los pasajes.
Ayuda humanitaria y hechos
Frente a los robos, extorsiones, estafas y casos de trata de personas, el Ecuador y varias ONG’s, prestan ayuda e información a estos extranjeros para que las correrías que realizan sean más seguras.
Migración Colombia ha informado que hasta mayo del 2018 se contabilizaban más de 286 mil venezolanos que ingresaron al Ecuador por Rumichaca; mientras que el Ministerio del Interior del Ecuador ha confirmado que ya van más de 800 mil extranjeros que han ingresado al país en lo que va del año.
Mientras que los registros de Rumichaca señalan que aproximadamente 2.500 venezolanos cruzan la frontera. Quienes han logrado llegar a Tulcán advierten, que ese número se incrementará en los próximos días.
Emergencia se extiende
Ante el ingreso excesivo de migrantes, la ministra de Inclusión Económica y Social, Berenice Cordero, extendió la emergencia migratoria hasta el 31 de diciembre del 2018, con base al acuerdo ministerial N 50.
El objetivo es atender a la población migrante que ingresa desde el vecino país de Colombia, a través del Plan Frontera Norte, que invierte cuatro millones de dólares.
Daniel Suárez, coordinador zonal del MIES, explicó que estos recursos serán destinados para potenciar centros de desarrollo infantil, programas de economía popular y solidaria en la zona de influencia y garantizar los derechos de los extranjeros.
En Rumichaca funciona además un corredor humanitario que posibilita el traslado de ciudadanos venezolanos hasta Huaquillas en la frontera sur. Existe una oficina de información que brinda los detalles de este servicio. (CMRV)
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