Reportaje// Los fogones se apagan en Maracaibo
En un tradicional restaurante de comida asiática en el boulevard 5
de Julio, se apagó el wok de imprevisto; las mesas quedaron sin platos y
sin comensales. A dos cuadras “bajando”, en otro comercio, pero de
estilo buffet, al fogón se le acabaron las llamas. Sin dar mayor
explicación, las puertas fueron cerradas para sorpresa de los clientes.
Como especie de una torre de dominó que se va derrumbando, en menos de
un año, el sector gastronómico de Maracaibo, ha sufrido grandes
pérdidas. Uno a uno se ha visto en la obligación de bajar las
santamarías y colocarle un candado a causa de la crisis económica que
atraviesa el país. Para ser precisos, en 15 meses, una docena de
locales, de todo tipo, han cerrado solo en la calle 77.
La mayoría de los negocios no ha “quebrado”,
al contrario, antes de la coyuntura en muchos de ellos se hacía para
poder esperar una mesa, la facturación era alta y la popularidad
efervescente, pero el panorama cambió. No hay un solo motivo que
conlleve a las abruptas clausuras. Del gran árbol de la crisis, surgen
diversas ramificaciones que representan los múltiples factores que han
golpeado a los restaurantes.
El espiral inflacionario de todos los
productos y servicios, en especial, de la materia prima para la
fabricación de los platillos, es una de las razones de mayor fuerza. “El
desbarajuste de los precios derivó en que los costos operativos del
local y del menú fueran muy cambiantes, lo cual fue impactando
paulatinamente en los costos de los platos, al punto que el cliente del
target al cual estaba dirigido el restaurante, no pudo seguir pagando el
valor de una comida. Entonces vino el descenso de las ventas.
Aferrados a no cerrar hicimos de todo: recortamos el horario, después
no abríamos dos días a la semana y finalmente tuvimos que clausurar”,
explicó el propietario de una venta de comida rápida gourmet en la
calle 77.
La frase “no hay dinero”, pero los
restaurantes están llenos es rechazada por Héctor Oquendo, el gerente de
un comercio en el que su especialidad son las hamburguesas a la
parrilla. “De 400 hamburguesas que se despachaban al día, ahora solo se
están vendiendo entre 150 y 200, todo depende del día. El fenómeno trajo
un declive para la empresa que debió recortar el personal de producción
y servicio del negocio”, dijo.
Un concurrido café en la misma 5 de Julio no
pudo abrir más desde diciembre del año pasado; el alto costo del
arrendamiento del inmueble hizo inviable el mantenimiento de la empresa
familiar. Los dueños del local comenzaron a cobrar el alquiler mensual
en dólares. “Los platos no se venden en dólares, es imposible poder
mantener el negocio de esa forma”, explicó la gerente.
El primer vicepresidente de Consecomercio,
Vito Vinceslao, aseguró, en enero de este año, que para la fecha en el
país han cerrado más de tres mil comercios. El experto señaló que la
mayoría de los productos consumidos en el país son importados y por ende
los precios están dolarizados, debido a ello cuando se hace la
conversión hay un aumento exponencial del valor real del producto
produciéndolo en el país.
Por ejemplo, jamás será el costo igual de un
pan de hamburguesa fabricado con harina nacional que con harina
importada o comprada a un precio de “bachaqueo”. La caída del consumo,
el desabastecimiento y la inflación amenazan a diario el sector
gastronómico de Maracaibo.
En el centro Sambil Maracaibo de tres
restaurantes que funcionaban como la oferta de comida gourmet del mall,
ninguno está funcionando. Un local italiano, uno de comida criolla y
otro de platos americanos apagaron las estufas. ¿La razón? , los
elevados costos del menú no llegaban a competir con la oferta más
económica de la feria de la comida del mismo centro comercial. Dos de
los restaurantes prefirieron cerrar sus puertas en el local del Sambil y
mantener operativa sus otras sedes. Los pocos comensales y los altos
costos operativos de los locales les pasaron factura.
Andrés Márquez, especialista en mercadeo de
negocios gastronómicos, opina que uno de los factores que perjudicaron a
los restaurantes del Sambil fue el hecho que no tuvieran un costo
competitivo con la oferta de la comida rápida del centro comercial.
Sin embargos, los restaurantes no han sido
los únicos establecimientos de comida que han entregado el local en el
Sambil. Negocios en la feria de la comida reconocidos como Quiznos,
Church's Chickeny Pizza Hut han dicho adiós al gigante de los centros
comerciales en el país. La situación se repite en Lago Mall, donde solo
queda uno de los cuatro restaurantes que tenía.
El efectivo parece no ser un problema,
empleados aseguran que los clientes se habituaron a usar débito y
crédito como sus principales formas de pago, pero adicionalmente han
incorporado las nuevas modalidades de pago electrónico y transferencia
para facilitar las transacciones.
La migración de los clientes de restaurantes a
lugares de comida más económicos es un factor también determinante en
la crisis del sector gastronómico. “Al momento de escoger una opción,
el comensal piensa más en el bolsillo que en la relación precio-valor
del producto, por eso es importante que todos los comercios tengan
opciones para todos los gustos y cuentas bancarias”, opina Márquez,
quien añade que a partir de esta explicación es el crecimiento de las
buscadas promociones “de lunes a jueves”.
Un cliente entra al local Wendy's en la
avenida 4 Bella Vista y pega el grito al cielo. “Aquí pasaron las bolas
de paja”, dice la mujer. La expresión la hace con asombro al ver todas
las mesas vacías y solo dos personas trabajando en el negocio, una en la
caja y otra en el despacho. El autoservicio quedó atrás. Los mismos
trabajadores se asombran que el comercio aún siga abierto. “A veces
vendemos dos combos en todo el día”, opina la supervisora encargada.
Como Wendy's están la mayoría de las grandes
franquicias internacionales de comida rápida en la ciudad. Los altos
costos de la materia prima, en su mayoría importados, han hecho que los
precios de los combos superen el sueldo mínimo actual, algo que no toda
la población puede pagar.
En Maracaibo tres Mc Donald's han cerrado sus
puertas; dos en la circunvalación 2 y el tercero en la avenida
Padilla, en el centro de la ciudad, un fenómeno inusual en
comportamiento de ventas del gigante de las hamburguesas. Un excliente
frecuente del local del arco dorado opinó: “Mc Donald's está en crisis
desde que dejaron dar un juguete en la cajita feliz”. Dicho obsequio es
importado y en un país en el que hay control cambiario y el acceso a
las divisas preferenciales no es de facilidad, no es posible poder
mantener el producto a un precio que el target de la franquicia pueda
pagar.
No se puede obviar en este problema la
escasez de productos y la poca oferta de opciones en alimentos. Los
restaurantes han tenido que reducir su menú y quedarse con los platos
que resultan más económicos y fáciles de preparar. En Maracaibo, un
servicio de Pulpo en un restaurante puede costar 25 millones de
bolívares, por lo que los negocios prefieren no ofrecerlo. Lo mismo
ocurre en la mayoría de las pizzerías en la que los ingredientes para
armar el platillo italiano se limitan a los clásicos: jamón, hongos,
tocineta, maíz, pimentón y cebolla.
Pese al panorama negativo que se
pinta dentro de la industria gastronómica en el país, los empresarios
deciden reinventarse para poder sacar a flote sus negocios y poder
lograr un modelo de mercado sustentable.
Para David Farías, gerente
del restaurante Avenida 4, de Maracaibo, los comercios deben tener en
cuenta la planificación, creatividad, adaptación y el buen servicio al
cliente. “Ahora más que nunca hay que lograr una máxima fidelización de
la clientela”, opinó Farías.
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