La inflación, el desabastecimiento y la mala alimentación marcaron el año 2017. Así lo denunció la organización no gubernamental Amnistía Internacional en su Informe 2017/18 sobre la situación de los derechos humanos en el mundo, presentado este jueves 22 de febrero.
Distintos especialistas estuvieron presentes en la divulgación del reporte, entre ellos el economista y director de Datanálisis, José Antonio Gil, quien reveló que 9 de cada 10 venezolanos evalúa de forma negativa las condiciones actuales del país.
“92,1% evalúa negativamente la situación de Venezuela“, explicó sobre la encuesta realizada por la firma durante la segunda mitad de enero de 2018 y que consultó a unas mil personas.
El estudio concluyó que incluso 60% de los encuestados que se identifican con el oficialismo también evaluaron negativamente la crisis venezolana y que solo 4% considera que esta situación es producto de la guerra económica.
La encuesta de Datanálisis también “tanteó” las expectativas de los electores de cara a las elecciones presidenciales, propuestas para el próximo 22 de abril.
La firma preguntó a los encuestados qué es lo más importante que puede ofrecer un candidato para captar los votos. Más de la mitad, 55%, respondió que la prioridad era solucionar el desabastecimiento de comida y medicinas y solventar la crisis económica.
El hambre quedó reflejado en las respuestas de los venezolanos, independientemente del estrato social al que pertenecen. “4,5% respondió que come una vez al día y 37,8% que hace dos comidas diarias. Solo 56% de los hogares come tres veces. Eso nunca lo habíamos visto en las estadísticas de Venezuela“, explicó Gil Yepes en el marco de la presentación del informe.
En el estudio también destaca la cantidad de personas que dicen que los alimentos en sus hogares no son suficientes: 72% aseguró que sus comidas no son satisfactorias en cantidad.
Sobre los programas sociales, 71% dijo ser beneficiario de la bolsa Clap, pero solo 23,8% indicó que lo recibe una vez al mes. Otro 0,3% reportó recibirla una vez cada 15 días.
En la presentación del informe también participó Juan Luis Hernández, docente universitario y coordinador de la Red Agroalimentaria de Venezuela.
El profesor universitario destacó que hubo una caída de la producción agrícola entre los años 2011 y 2014 que fue compensada con el aumento de las importaciones. Sin embargo, en 2015 la actividad importadora cayó también.
Esta caída en la importación de comida se tradujo en una pérdida de calorías y de proteínaspara los venezolanos.
“Pasamos de consumir 2.441 calorías en 2011-13 a unas 1.300 calorías en la actualidad. Lo mismo ocurrió con la proteína: de 72 gramos se pasó a 33 gramos, menos de la mitad del consumo de proteína para ese mismo período”, advirtió.
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