El suceso no dejó víctimas mortales ni heridos.
El Diario La Opinión señaló que unas 80 personas intentaron ingresar a la cancha del barrio Sevilla en Cúcuta en la que dormían centenares de venezolanos, la noche de este lunes, luego de que les fueran lanzadas a los inmigrantes que estaban en el bautizado ‘Hotel Caracas’ varias bombas molotov.
El coronel Javier Barrera, comandante de la Policía Metropolitana de Cúcuta (Mecuc) confirmó que el hecho ocurrió aproximadamente a las 10:00 pm, por lo que de inmediato reaccionaron los integrantes de la institución que custodian el lugar, para evitar que se presentara algún enfrentamiento, según un audio publicado por el diario colombiano.
“Esto no puede volver a pasar y nosotros vamos a dejar que esto suceda…allí hay seres humanos y se les deben garantizar sus derechos”, expresó Barrera, quien precisó que nadie fue detenido por lo ocurrido, aunque informaciones en redes sociales informaban sobre algunos capturados.
A través de RCN Radio, Manuel Contreras, presidente de la Junta de Acción Comunal (JAC) de Sevilla en Cúcuta rechazó lo sucedido. “Nosotros no estamos de acuerdo con estos ataques que atentan contra la integridad de una persona, porque no somos delincuentes, solamente defendemos nuestros derechos de movilidad y seguridad”.
"Esto debe ser una convivencia entre comunidades. Somos dos países hermanos y no podemos dar este espectáculo a nivel internacional de agredir a los venezolanos", indicó en Twitter el alcalde de Cúcuta, César Rojas.
La acción con estas bombas artesanales se dio varias horas después de la protesta de habitantes del barrio, en la mañana del lunes, exigiendo el desalojo del escenario deportivo y quienes además denunciaban desde hace días el aumento de la criminalidad en la zona.
Los residentes aceptaron la petición del alcalde César Rojas, quien arribó para calmar los ánimos, de darle un plazo de dos días para desalojar progresivamente el escenario. Manifestó que a quienes tengan su pasaporte y documentos en regla les ayudarán a trazar la ruta para que sigan su camino a su lugar de destino y quienes no, deberán regresar a Venezuela.
Los extranjeros que cuenten con el permiso y los papeles para trabajar lo podrán hacer. Es por eso, que la mañana de este martes eran pocos los extranjeros, de los 900 que llegaron meses atrás, que quedaban en la instalación.
Rojas también destacó en esa oportunidad que su propuesta de crear albergues y unos dormitorios para los inmigrantes no prosperó ante la Cancillería, la Unidad Nacional de Gestión de Riesgo de Desastres (Ungrd) y la ONU, porque “no es viable esa solución, por cuanto en Venezuela no hay una guerra”.
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