otto rojas
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“Primero me tenéis que matar, antes que te dé mi bolso”. Cinco segundos después sintió dos balazos que le atravesaron el pecho. Jesús Salvador, de 29 años, cayó al piso bruscamente, mal herido, antes los pies de su hermana menor que lo acompañaba. Mientras pedían a gritos auxilio, los criminales escapaban por las calles de arena.
Jesús fue emboscado, el jueves, por tres delincuentes, cuando caminaba por la avenida 136, del Barrio Cardoncito I, de Maracaibo. Ya estaba oscuro, eran las 8:00 de la noche, en unas calles donde solo bombillos de 110 en lámparas improvisadas con envases de refresco alumbran la noche.
El hombre iba acompañado de su hermana, María Rosa González, de 18 años. Regresaba de una ardua faena, vendiendo ropa interior en un tarantín ubicado al filo de la avenida Libertador, cerca del centro comercial San Felipe.
La intuición de Jesús no le falló. Mientras caminaba por el barrio sintió las malas intenciones de los tres ‘muchachos’ que iban en una vieja moto negra al otro lado de la calle.
“Nos van a atracar, camina rápido para ver si nos salvamos”, le dijo Jesús casi susurrando, y en wayuu, a su hermana.
Cinco minutos más tarde, ocurrió lo que presentía. Los tres criminales se le pararon en la moto detrás a Jesús y a Rosa.
Uno de los hampones, con un revólver debajo de su franela desgastada, le advirtió: “Dame el bolso que lleváis o te mato de una vez”.
Los balazos sonaron... y con ello el desplome de Jesús al piso. La hermana menor no sabía qué hacer en el momento, daba gritos de desesperación para que alguien la auxiliara
En el momento nadie la ayudó. Todos los vecinos estaban escondidos en sus casas por temor.
Un tío de la víctima que pasó por la calle en su carro, los socorrió, mientras los delincuentes huyeron en la misma moto que llegaron al barrio, sin el botín: el pequeño bolso tejido.
Jesús iba respirando en el camino, pero antes que entrara a la emergencia del CDI de Plateja II, suspiró por última vez y cerró los ojos.
La hermana no supo decir la cantidad exacta de dinero que tenía Jesús en el bolso. “No era mucho, porque él no manejaba grandes cantidades. Guardaba el ‘diario’ en el negocio”, comentó.
La familia de Jesús acudió ayer a reclamar el cadáver en la morgue de LUZ. La hermana fue quién habló con la prensa, estaba un poco nerviosa y vestía una manta roja.
Jesús tenía siete hermanos. Residía en una parcela con su familia.
Los detectives del Cicpc-Zulia investigan el caso.http://www.panorama.com.ve/sucesos/Le-quitaron-la-vida-por-un-morral-20160917-0004.html
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