Hace una semana la jovencita de 14 años,
Mayerlis Liseth Sierra Molina, le dijo a su progenitora, “mami, ese
hombre me quiere desnudar con la mirada”, refiriéndose a Luis Eduardo
Hernández, de 39 años, vecino del barrio Ché Guevara de San Francisco, donde la adolescente residía junto a su madre Eunice Molina (52).
Ayer en
la tarde se cumplió el presagio y el sujeto fue más allá de simplemente
desnudarla con la mirada. Mayerlis, la menor de cuatro hermanas, se
encontraba como de costumbre cuidando a su sobrino especial de cuatro años de edad encerrada
dentro de su rancho, alojado en una especie de vereda en un área
llamada por los habitantes Villa Margarita. Su madre trabaja como obrera
en una empresa de la zona industrial pero esa tarde permanecía en el
seguro de Sabaneta por problemas de hipertensión y su hermana Karina, la
madre del niño y quien reside justo al lado, estaba es su oficio de
doméstica.
Esta última fue quien la encontró a las
seis de la tarde inconsciente y con un mecate alrededor del cuello.
Aterrada salió corriendo en busca de ayuda e inmediatamente la llevaron
hasta la sede de Bomberos del Sur pero ya estaba sin vida. Tenía un gran
surco equimótico en el cuello, una herida abierta en la mejilla
izquierda y los ojos morados.
Otras dos menores rompieron el silencio
que mantenían por temor y revelaron que Luis Eduardo Hernández era quien
había salido de la casa. Presumen que la violó y mató pasada las 3:30
de la tarde porque a esa hora, una amiga de Mayerlis Liseth, con quien
practicaba danzas en una iglesia cristiana cercana, de nombre Enmanuel,
la fue a buscar para practicar pero ella apenas se asomó para decir que no iba por presentar dolor de cabeza.
No se sabe si ya el aberrado criminal estaba dentro. Lo cierto es que este frecuentaba mucho la casa de su cuñada Basilia González, ubicada justo al lado de la vivienda de la menorcita quien iba a cursar su tercer año de bachillerato.
Según los indicios desde el rancho de Basilia se saltó a la casa de Eunice.
Al parecer sometió primero al niño y luego, bajo amenaza de liquidarlo,
logró que la adolescente se quedara quieta. Se cree que el infante en
algún momento se le interpuso en su aberrada acción
sexual al invasor y este lo golpeó. El pequeño con condición especial,
presentó hematomas en sus dos ojos producto de los puñetazos que ese
monstruo le dio. Se sentía confiado por cuanto en la calle, su cuñado
Raúl Paz (41), vigilaba por si alguien llegaba a la vereda. Como a las
cinco 5:30 de la tarde presumen que salió el asesino.
Como media hora después Karina encontró a
su hermana en ese estado y a su hijo llorando. No fue hasta horas de la
noche que la información de las dos menores fue suministrada y lo demás
corrió por cuenta de funcionarios de Polisur. Sin perder tiempo se
llevaron arrestado a los dos hombres y luego remitidos al CICPC. Allí
Hernández habría confesado que estranguló a la menor para que no lo
delatara.
Esta mañana familiares y vecinos
consternados por ese horrible hecho colmaron las calles. Dijeron que
Polisur les cayó adelante y no pudieron hacer justicia como lo querían,
con sus propias manos.
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